Pues sí, al final, el lunes pasado Macetero Jazz tocó por primera vez en un estadio de fútbol (bueno, en la pista de Lamuño).
Nos habían citado a las 3 ó 3 y media para las pruebas de sonido. Pero a esa hora… estaban empezando a montar el escenario. Bajo un sol de justicia, un día increíble, calcinador. La previsión meteorológica, ya desde el viernes, era lluvia el lunes por la tarde; parecían haberse equivocado.
Luego llegaron los técnicos de sonido, y lógicamente los primeros en montar y probar fueron los Paperbacks. Además, traían batería, y eso siempre da más trabajo.
Por fin, bastante tarde (casi a las 6, la hora prevista de inicio) empezamos a montar nosotros. Pusimos nuestros poquitos trastos, aunque apenas había sitio; gracias que el clarinetista y la cantante no coincidían en ningún tema, porque si no… yo tendría que estar físicamente detrás del clarinetista, pegadito a él. Empezaba a nublarse un poco, pero hombre, tampoco parecía tan grave… aunque se iba notando un ambiente distinto.
Nada más acabar de probar a toda pastilla, decidimos empezar a tocar, no fuera a ser que lo de la lluvia fuera cierto (y para evitar acumular más retraso). Un, dos, un dos tres cuatro… y p’alante con All of me. Y… empezó el diluvio.
Ya no paró de llover en nuestra actuación, ni en la de los Paperbacks. Y dicen que la meteorología no es una ciencia exacta. Cayó agua pa aburrir.
La cosa salió bien, excepto por el agua que nos entraba a veces, y que intranquiliza bastante cuando tocas rodeado de cables y aparatos eléctricos. Por suerte, al fondo estaba el bar de las fiestas, que tenía carpa; y el público nos aplaudía desde la lejanía. Apenas podíamos verlos, pero intuíamos que estaban allí.
Pese a los nervios de tocar en un sitio más grande, con técnicos, con sonido amplificado, no estuvo mal. Sorprendimos agradablemente a alguno que otro. Luego, me comí el bollu mientras veía el concierto de los Paperbacks (sin la violinista, que tenía que currar hasta las 10). Aguantaron el tipo, y sonaron bastante contundentes.
Una nueva experiencia. Cantando bajo la lluvia.
Ah, y también salimos en la prensa. Esto se nos está yendo de las manos.