Elixires milagrosos

He estado dándome una vuelta por Scientia, siguiendo la recomendación de un amigo. Este es un blog escrito por un químico, que investiga en cuestiones alimentarias y está muy al tanto de los dictámenes de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria.

A veces nos preguntamos si alguien investiga o vigila realmente la calidad de los productos o sus efectos. Bueno, pues la Agencia emite dictámenes de sus grupos de expertos, en los que concluye si determinado producto es seguro (es decir, no tiene efectos negativos) y/o si es efectivo (si tiene efectos positivos). Y no puedo decir que me haya llevado muchas sorpresas, pero quizá tú te las lleves.

Entre otras cosas, en Scientia te puedes enterar (si es que no lo suponías ya) de cosas como las siguientes, que resumo de lo mucho que cuenta y detalla:

– El Actimel es un engaño. La Agencia ya les prohibió afirmar que su consumo ayudaba al sistema inmunitario y tuvieron que quitar el «inmunitas» que añadían a eso del «lactobacillus casei». De hecho, algunos estudios que aportaban como aval para su publicidad estaban burdamente mal hechos (por ejemplo: no tiene sentido medir cuántas infecciones cogen los niños que toman Actimel frente a los que no… si el primer grupo está en un colegio y el segundo en otro totalmente distinto).

– ¿Por qué lo siguen haciendo? Por un resquicio legal: después de la prohibición, añadieron el mínimo legalmente necesario de vitamina B6, que sí se puede afirmar que interviene en el sistema inmunitario. Es trampa, claro; los consumidores de Actimel creen que es el l-casei el que hace algo bueno y no tienen ni idea de la vitamina B6.

– Entonces, el Actimel ¿ya funciona, al añadirle la vitamina esa? No. La vitamina B6 es muy frecuente en los alimentos, y no hace falta ningún aporte extra; basta con una dieta equilibrada. En 100 ml de ¡plátano! hay el triple de vitamina B6 que en 100 ml de Actimel. Sin embargo, un botecito de Actimel, a su vez, cuesta el triple que un plátano (y yo diría que cualquier plátano es más grande que un Actimel). Haz cuentas.

– Si te gustan las pastillas estas para la memoria, que toman los estudiantes idiotas: la fosfatildiserina que llevan no es mala. Pero no hace nada.

– También llevan taurina, un componente estrella de otros productos como el Red Bull y cosas así. ¿Sabes qué efecto positivo demostrado tiene la taurina sobre el organismo? NINGUNO. Ni sobre la función cognitiva, ni sobre la fatiga física, ni la función cardiaca, ni la muscular, ni nada

– Y jalea real. ¿Sabes qué efectos positivos demostrados tiene la jalea real en el organismo? NINGUNO. No voy a enumerarlos: simplemente, ninguno.

– Y fósforo. ¿Sabes qué efecto positivo demostrado tiene la ingesta de fósforo en la reducción del cansancio y la fatiga? Ninguno. El fósforo se usa en el organismo, sí. Pero en realidad da igual. La cantidad diaria recomendada de fósforo es 700 mg, y una cápsula de esas para la memoria tiene 2 mg. Si quieres ingerir una cantidad «normal» de fósforo a través de pastillas de esas, tendrás que tomarte ¡350! ¿Sabes cuánto fósforo tiene una sardina? Unos 189 mg. Una sardina tiene más fósforo que 3 cajas de pastillas engañabobos. 3 cajas de pastillas cuestan 45 €; una sardina, 40 céntimos. Conclusión: no seas idiota, cómete un bocata de sardinas, y ya te sobra fósforo.

– Volviendo al Red Bull y similares, si hablamos del ginseng, otro ingrediente estrella… pues tampoco hay evidencia científica alguna de que tenga ningún efecto positivo ante el cansancio, el metabolismo energético, la disminución de la atención o la concentración.

– Otra cosa que le ponen al Red Bull y que mucha gente toma sola, a cucharadas (sobre todo, deportistas listillos) es la L-Carnitina. ¿Te suena? Pues ¿sabes qué hace con la recuperación de los músculos, o el colesterol LDL, o la resistencia física? NADA.

– ¿Qué queda en el Red Bull y similares? La cafeína. Pues la cafeína SÍ tiene efectos demostrados en la atención, memoria o aprendizaje, o en la disminución de la sensación de cansancio, en dosis de al menos 75 mg. (Por otro lado, no es bueno exceder los 300 mg diarios, y no olvidemos que la cafeína es adictiva). Una lata de Red Bull de 355 ml lleva 113,6 mg de cafeína. Pero… una taza de café lleva entre 90 y 120. Haz cuentas y elige.

– Quizás te hayas alarmado por todos esos correos que dicen que los desodorantes llevan aluminio y que es malísimo, y que por eso hay que volver a lo tradicional y usar mineral de alumbre, en vez de aluminio. Pues resulta que el alumbre es… sulfato doble de aluminio y potasio. Si usas alumbre, al aplicarlo liberarás iones de aluminio, eso seguro.

Ya ves: ni l-casei, ni gingseng, ni jalea real, ni taurina, ni l-carnitina, ni pastillas para la memoria. Y así podríamos seguir con muchos, muchos otros temas. Un blog interesante, fundamentado, y lleno de cosas que no verás en la televisión. Además, si no estás de acuerdo con algo, siempre puedes discutirlo… aunque con criterios científicos, claro. Los actos de fe quedan para los consumidores incautos.

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