Archive for diciembre 2021

Prudencia ante las acusaciones de Corinna Larsen

16 16Europe/Madrid diciembre 16Europe/Madrid 2021

Ese es el título de un editorial de El Mundo del pasado día 12 de diciembre.

No es sorprendente el contenido del editorial. Básicamente, defiende la presunción de inocencia para Juan Carlos de Borbón, esa escrupulosa presunción de inocencia que esgrime con igual denuedo y ecuanimidad respecto a cualquier acusación que se lance contra cualquier otra personalidad pública, por ejemplo ante los sucesivos montajes policiales, a todas luces burdos y sobreseídos media docena de veces, contra políticos de Podemos (ja).

Pero es que en la redacción hay cosas que me han sorprendido incluso si hablamos de El Mundo defendiendo a Juan Carlos, que ya de por sí es un ejercicio de fantasía.

Dice El Mundo que si Corinna acusa a Juan Carlos de hostigarla y amenazarla, utilizando para ello instituciones del Estado como el CNI… se trata (y las citas son literales con todas las comillas necesarias) de «cuestiones de índole particular». Y que Corinna pide justicia por «asuntos que pertenecen a la intimidad de dos adultos -el hipotético acoso-».

Es decir, que si un rey utiliza el Centro Nacional de Inteligencia para amenazar a un tercero por temas de dinero relacionado con la monarquía saudí cobrado y gestionado ilegalmente durante el ejercicio de sus funciones como jefe de estado… son cosas de la intimidad de dos adultos. Cuestiones de índole particular.

No sé qué se puede añadir a eso.

El funeral de las lenguas

8 08Europe/Madrid diciembre 08Europe/Madrid 2021

Cuando murió mi madre, tuve que deshacerme de golpe de un montón de cosas. Cosas «históricas». Siempre había sabido que tendría que hacerlo, no fue ninguna sorpresa. Pero, no sé si es por ese ejercicio de llevarlo a la práctica y tirar a la basura tantas reliquias de la infancia, o simplemente porque cumplo años, o porque sé más que antes y sé cuál es nuestro verdadero lugar en la historia, noto que tengo un apego diferente a las cosas y a su conservación.

De niño me parecía increíble que hubiera un fósil, el que fuera y donde fuera, que no estuviera cuidado en un museo como si valiese su peso en oro, y me parecía increíble poder ir a la orilla del río y recoger fósiles yo mismo sin que nadie hubiera ido antes a recogerlos cuidadosamente (en el carbón hay muchos). Hoy en día me da todo bastante igual. No es una postura racional, por supuesto; es solo un sentimiento. Y entre esas cosas que me importan mucho menos que antes está la oficialidad del asturiano.

Que no se me interprete mal. Sigo amando el asturiano, y el castellano, tanto como antes. Y soy favorable a la oficialidad, y a su conservación. Me importa bastante. Simplemente, no me va tanto en ello. Si mis compatriotas no lo conservan, pues ellos se lo pierden.

Estos días hay revuelo respecto a la oficialidad, porque parece que por primera vez hay un gobierno decidido a promoverla. Digo «parece»; yo no he dudado ni por un momento de que nunca voy a ver al asturiano como cooficial. Pueden prometer, pueden hacer los gestos que quieran; desde el primer día he estado convencido de que no ocurrirá.

También digo que soy favorable a la oficialidad, y no es del todo cierto; los favorables a la oficialidad son todas esas personas que han despreciado y pisoteado, siempre, al asturiano y a sus hablantes, y no han permitido ni el más mínimo uso (fuera del folclore o el entretenimiento o el ámbito privado) con el argumento de que no es oficial. Ellos son los máximos defensores de la oficialidad, quienes me han convencido de algo que yo a priori no quería; ellos plantearon la disyuntiva radical, sin tonos grises, «oficialidad o nada». Y ante la nada… pues no me dejan otra opción que elegir la oficialidad.

Hay muchos argumentos para no conservar el asturiano. Yo puedo dar un puñado. Y son argumentos razonables. Lo único que pido a quienes los sostienen es coherencia.

Por eso me gustó una columna (otra) que escribió Sergio del Molino: La lengua materna. Dice Sergio que no está a favor de evitar la desaparición de ninguna lengua, y que él ve las lenguas más bien como un puro instrumento de comunicación. Este es uno de los argumentos posibles; si la lengua es un medio de transmisión de datos, cualquier cosa que permita hacer llegar los datos es igual de válida.

Quienes se acogen a ese argumento no suelen ser conscientes de que el castellano (que con frecuencia es la única lengua de España que hablan) entraría en esa categoría de prescindible, y que su argumento solo es válido si están dispuestos, llegado el caso, a abandonar el castellano por el inglés. Es muy raro ese caso.

Por eso me gusta el artículo de Sergio; se adelanta y dice, sea en broma o en serio:

Dirán que puedo permitirme el lujo de la indiferencia porque mi lengua materna es una de las más habladas del mundo y nada la amenaza, pero no sufriría si se desvaneciese ni haría casus belli de su supervivencia. A lo sumo, le montaría un funeral bonito. Si no fuera tan vago, traicionaría con gusto mi idioma para escribir en inglés y rendirme a la koiné imperial.

Cuando dicen esto, nunca les creo del todo. Y además no estoy de acuerdo con esa teoría del idioma como pura herramienta de transmisión de datos; es como decir que la comida es solamente un modo de aportar calorías y nutrientes (debe serlo, claro, pero es algo más). La postura de Sergio del Molino no me parece correcta, y tampoco sé si él es totalmente coherente con ella, si diría lo mismo de ver el castellano realmente amenazado de desaparición; quizás sí.

Pero su postura me parece, al menos, lúcida, y también serena. Y eso ya es mucho decir cuando se debate sobre esta cuestión.

Un genio trabajando

6 06Europe/Madrid diciembre 06Europe/Madrid 2021

Hace mucho que llegué a la conclusión de que el talento no existe. Bueno, esa afirmación admite ciertos matices, pero así, en líneas generales, se puede decir que no, que el talento es un mito. No sé si lo he desarrollado aquí en el blog, pero ya me extraña si no lo he hecho, porque lo digo siempre que tengo ocasión.

Hay cierto revuelo porque Peter Jackson ha sacado una especie de documental con un montón de horas inéditas de vídeo grabadas en los ensayos de los Beatles, nada menos. Se puede ver a los Beatles trabajando en su siguiente disco, que acabaría siendo Let it be; se puede asistir prácticamente al nacimiento de canciones legendarias. Uno espera que tales grabaciones sean una absoluta delicia; más de siete horas de material. Y eso que la materia prima son sesenta horas de vídeo, nada menos.

Resulta que no; mucha gente dice que es francamente aburrido. Uno de ellos es Sergio del Molino. Pero además de su opinión, que valoro, y de otras muchas cosas que dice (siempre me ha parecido un columnista brillante), me quedo con esta frase suya:

El mito romántico entiende la creación como una forma de alquimia que se puede aprehender espiando el taller del artista, pero un genio trabajando se parece mucho a un mediocre trabajando.

Un genio trabajando se parece mucho a un mediocre trabajando.

Ya ha resumido en 10 palabras lo que podría ser un artículo mío de 400.

Leticia Dolera (III)

5 05Europe/Madrid diciembre 05Europe/Madrid 2021

En su día reflexioné aquí sobre la actitud de Leticia Dolera como empresaria que prescinde de los servicios de una trabajadora por estar embarazada. Mi reflexión no iba tanto en la dirección de crucificar a Dolera por asumir una parte desagradable de su (muy difícil) responsabilidad de sacar un proyecto adelante como de preguntarme si las explicaciones que da Dolera solo valen para ella por ser mujer pero no valen para un empresario o director varón. Si no llega a darse cuenta siquiera de que ella no es diferente de ese empresario o director.

Tiempo después, en una entrevista en El País, dice Leticia:

Estoy descubriendo los grises, en el proceso de entender que son lo que nos define como personas. Con el tiempo he aprendido a valorar los matices, que no somos ni buenos ni malos, que tenemos contradicciones, y que no soy quien para ponerme en el lugar de juez, empezando por mí misma. En el único terreno en el que no hay grises es en el de los derechos humanos.

¿Significa eso que ha reflexionado sobre lo ocurrido? ¿Quizá se arrepiente de haber sido juez, de haber encabezado las cazas de brujas?

Nah, no lo creo. Seguro que está hablando de otra cosa. De ella misma y sus profundas interioridades, probablemente. No creo que esté pensando en ser ecuánime con nadie que no convenga a sus filias y sus fobias.